La abogada Brenda Luján. Crédito: Isaias Alvarado/ Univision
TIJUANA, México.- La guatemalteca “Rosa” y su hija de 11 años llevan más de cinco meses en un limbo migratorio que las mantiene angustiadas. Solicitaron asilo a Estados Unidos en junio y las devolvieron a México para esperar sus citas en una corte federal de California. Cuando llegó a un albergue en esta ciudad fronteriza, alguien le tradujo lo que redactaron en su proceso y lo que escuchó le bajó la moral.
“Pusieron que yo no tengo miedo de regresar a Guatemala y eso no es cierto”, reclama “Rosa”, sentada en el patio de la Casa del Migrante de Tijuana, el que ha sido su hogar temporal este otoño. “Cruzamos la frontera el 16 de junio y nos regresaron. En la entrevista que me hicieron no me preguntaron por qué salí de mi país, ni por qué iba a Estados Unidos. Nada”, asegura.
“Rosa” ruega que no se publique su nombre, ni se fotografíe su rostro. Tiene mucho miedo. Relata que salió de su país porque pandilleros le pidieron dinero para dejarla trabajar en su salón de belleza. Ella los denunció con la Policía en mayo, pero nadie fue a investigar. Mientras tanto, siguieron las amenazas a través de cartas y llamadas telefónicas. La acosaban hasta cuando salía a comprar al mercado.
“Me dejaban papeles afuera de mi casa exigiendo dinero. Me dio miedo porque a finales de mayo ellos fueron a degollar a una señora a su casa, ella no quiso pagar la extorsión. Tuve miedo y me salí”, contó.
En Tijuana, considerada una de las ciudades más peligrosas del mundo, también le ha ido mal. A mediados de septiembre trataron de secuestrarla y ya la han robado. Le quitaron el celular y dinero. En una ocasión la amenazaron con una navaja. “Es horrible, ya no ando tranquila, ando con miedo”, afirma.
La guatemalteca "Rosa" espera su turno para exponer su caso de asilo en un albergue de Tijuana, México. Crédito: Isaias Alvarado/ Univision
Lo peor es que ha perdido las esperanzas de que su caso avance en la siguiente audiencia, que se llevará a cabo este 26 de noviembre en una corte de San Diego, California. La centroamericana es consciente de que los pedidos de asilo son cada vez más difíciles de ganar. Es resultado de las nuevas políticas del presidente Donald Trump. Una de las más recientes, el programa Protocolos de Protección de Migrantes (MPP) o Remain in Mexico, les exige esperar por meses en ese país mientras continúan sus procesos.
Muchos casos son rechazados durante la entrevista de miedo creíble, el primer paso en el proceso de búsqueda de asilo. Tanto la organización Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), como abogados entrevistados por Univision Noticias, han registrado un alza de asilos negados por Remain in Mexico.
“No he ganado un solo caso de asilo en cinco meses”, aseguró Brenda Luján, quien lidera el equipo legal de la Casa del Migrante de Tijuana, que ahora recibe deportados y solicitantes de asilo retornados a México.
Luján dice que desde que entró en vigor la polémica medida ha brindado asistencia legal a unos 40 centroamericanos, la mayoría hondureños y guatemaltecos. Ningún pedido ha prosperado.“Es muy difícil ahora, no hay flexibilidad. Los casos de MPP son muy difíciles de ganar”, insiste.
“Si hay personas que realmente están huyendo de México, ya sea que los esté siguiendo el crimen organizado, que me han tocado casos, no los escuchan. Simplemente los dejan detenidos, hacen la valoración por teléfono y a la mayoría los devuelven con una cita para corte”, reclama Luján.
En su oficina hay varios folios de centroamericanos que tratan de rehacer sus vidas al otro lado de la frontera. Al tomar una carpeta que contiene los documentos de un hombre adulto, la abogada comparte que le ha sido muy difícil enfrentarse al agresivo sistema migratorio creado por Trump.
“Llegó un momento en que me frustré por la situación, pero saqué la fortaleza pensando que tengo que ayudar de cierta manera. Mínimo intentar, ayudarles para que al menos sus casos avancen”, agregó.
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Meanwhile. Many advocates continue to argue that Obama was just as bad as Trump. That there are no differences.
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